Descripcion
El Vector WX-3 es un prototipo de automóvil deportivo que fue presentado por la empresa estadounidense Vector Aeromotive Corporation en 1992. Este modelo es especialmente notable por ser la continuación del legado del Vector W8, manteniendo la visión futurista y avanzada de la marca en el ámbito de los superdeportivos. Diseñado por el fundador de la empresa, Gerald Wiegert, el WX-3 pretendía ser un coche que combinara lujo, rendimiento y exclusividad.
A nivel técnico, el Vector WX-3 estaba equipado con un motor V8 biturbo de 7.0 litros, que proporcionaba una potencia impresionante de alrededor de 1.000 caballos, aunque las cifras exactas variaban dependiendo de la configuración específica. Esta potencia descomunal, junto con un diseño aerodinámico, prometía un rendimiento excepcional en términos de velocidad y aceleración, características que podían rivalizar con las de otros superdeportivos de la época.
El diseño exterior del WX-3 era característicamente audaz y vanguardista, con líneas angulosas y una aerodinámica optimizada que reflejaba su enfoque en el rendimiento. El interior del vehículo también se destacaba por su lujo, incorporando materiales de alta calidad y tecnología avanzada para principios de los años 90.
A pesar de su potencial y la expectativa generada, el Vector WX-3 nunca llegó a la producción en masa, y solo se fabricaron unos pocos prototipos. Este factor, unido a su impresionante ficha técnica, ha convertido al WX-3 en un coche de culto entre los coleccionistas y entusiastas del motor.
En términos de mercado, el WX-3 es recordado por su ambición y el intento de Vector de ofrecer un superdeportivo que pudiera desafiar a los gigantes de la industria. Aunque no recibió premios significativos debido a su limitada producción, su legado perdura como un símbolo del espíritu innovador de la época.
A nivel técnico, el Vector WX-3 estaba equipado con un motor V8 biturbo de 7.0 litros, que proporcionaba una potencia impresionante de alrededor de 1.000 caballos, aunque las cifras exactas variaban dependiendo de la configuración específica. Esta potencia descomunal, junto con un diseño aerodinámico, prometía un rendimiento excepcional en términos de velocidad y aceleración, características que podían rivalizar con las de otros superdeportivos de la época.
El diseño exterior del WX-3 era característicamente audaz y vanguardista, con líneas angulosas y una aerodinámica optimizada que reflejaba su enfoque en el rendimiento. El interior del vehículo también se destacaba por su lujo, incorporando materiales de alta calidad y tecnología avanzada para principios de los años 90.
A pesar de su potencial y la expectativa generada, el Vector WX-3 nunca llegó a la producción en masa, y solo se fabricaron unos pocos prototipos. Este factor, unido a su impresionante ficha técnica, ha convertido al WX-3 en un coche de culto entre los coleccionistas y entusiastas del motor.
En términos de mercado, el WX-3 es recordado por su ambición y el intento de Vector de ofrecer un superdeportivo que pudiera desafiar a los gigantes de la industria. Aunque no recibió premios significativos debido a su limitada producción, su legado perdura como un símbolo del espíritu innovador de la época.